viernes, 20 de septiembre de 2013

El reconocimiento ¿es algo prioritario en mi empresa?


El reconocimiento tiene valor para la empresa. Lo hemos venido argumentando con estudios y prácticas de referencia en empresas punteras. Demostrando su valor para el negocio y en gestión de personas.  A corto, medio y largo plazo. Con efectos muy beneficiosos, que realimentan círculos virtuosos en espiral creciente: autoestima, compromiso, desempeño, ambiente laboral, orgullo de pertenencia, felicidad, retención, resultados, eficiencia, calidad, etc.  (ver "El negocio también se beneficia del reconocimiento")
En contraste con otras regiones del planeta, su presencia hoy es escasa en nuestro ámbito (contrastado en nuestro reciente estudio "La práctica del compromiso en España"). Es cierto que el Reconocimiento 2.0 es algo novedoso, con pocos años de existencia comparado con otras palancas de gestión de personas, lo que explica en parte su poca difusión y que no esté “en la agenda” de RR.HH. hoy.
Sin embargo, es una demanda clara de los empleados. De hecho, es el aspecto nº1 a trabajar según los estudios de clima y compromiso. Valga como referencia el indicador de Great Place to Work, en donde aparece  sistemáticamente año tras año, en los estudios de nuestras empresas, como el factor más demandado.
A pesar de demostrar ser una gran herramienta multiuso, que ayuda en muchos de los objetivos de RRHH y de empresa,  el reconocimiento no es una práctica fomentada y apoyada explícitamente en nuestro entorno empresarial. ¿Por qué?, ¿desconocimiento?, ¿falta de “Cultura de Reconocimiento”?, ¿entorno de crisis y costes?,  ¿no está de moda?,  ¿no es un “issue” para la empresa?... Que el reconocimiento no sea una solución “de primera elección” dentro de los proyectos de RRHH efectivamente puede obedecer a varias razones. Por las conversaciones mantenidas con distintas organizaciones, parece que las causas más frecuentes son:
·       Tendencia a utilizar otras soluciones más conocidas y familiares. Recordemos que la práctica del reconocimiento en nuestro ámbito es escasa, por lo que se hace poco probable que se encuentre entre las opciones barajadas, ante la necesidad de implantar una acción concreta. Sin embargo…  si hacemos lo de siempre, pocas cosas cambiarán. Einstein ya comentó que “…hay que hacer algo distinto si quieres resultados diferentes”.
·       Los aspectos culturales son clave. Posiblemente sean pocas las empresas con una cultura de reconocimiento explícita en nuestro entorno. Más bien parece que muchas de nuestras empresas provienen de estilos de gestión en donde una orientación a resultados se hace poco compatible con una orientación a las personas, como si un estilo compitiese con el otro, más que complementarlo.  Afortunadamente son ya unas cuantas organizaciones las que se están cuestionando este enfoque y buscan cómo evolucionar a una perspectiva en donde el empleado es un socio, más que parte de un engranaje mecánico. En este punto, el reconocimiento 2.0 es un gran aliado del cambio.
·      Ir a la causa inmediata o tener una comprensión parcial del problema. Cuando estamos cerca del problema y lo vivimos en el día a día,  es difícil tener una visión completa de la situación (los árboles que no dejan ver el bosque), por lo que la solución puede únicamente aliviar el síntoma o bien cambiar el foco a otro aspecto. La diferencia entre sentirme valorado por lo que hago, que “tengo algo que aportar de valor”, o todo lo contrario es brutal, y no se arregla con formación, un incentivo, rotación o similar. Ya dijo William James “El principio más profundo del carácter humano es el anhelo de ser apreciado”.
·      Es verdad que la orientación a costes y la escasez de alegrías presupuestarias de hoy puede hacer que el reconocimiento se perciba como elemento “nice to have”, más que como una herramienta sólida que impulsa muchas de las prácticas de RRHH. Como venimos diciendo, ya ha demostrado cómo ayuda a lograr los resultados pretendidos en compromiso, desempeño, desarrollo, ambiente laboral, retención,… además de su impacto probado en resultados de negocio (ventas, márgenes, calidad, costes,…).
Desde Bravo!, convencidos del valor del reconocimiento para las organizaciones, te animamos a probarlo. Si deseas conocer con más detalle cómo podría ser en tu organización, contacta con nosotros sin mayor compromiso. Estaremos encantados en estudiar las posibilidades para que sea una realidad ventajosa y aplicable. 
Antonio Delgadoad@videobravo.net
www.videobravo.net

2 comentarios :

  1. El reconocimiento y la creencia de que cada persona aporta unos valores únicos es fundamental para crear un vínculo en la empresa y, no se trata de reconocer con zalamería o siendo un pelota sino, se trata de transmitir y hacer a una persona importante para sí misma y para la empresa.
    He vivido y sentido el reconocimiento y la infravaloración, la he recibido y la he dado y los resultados si de verdad se hace con convencimiento son realmente sorprendentes.
    Un saludo

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  2. Muchas gracias por tu comentario, Nube y por compartir tu expeciencia y vivencias de reconocimiento. Como no podría ser de otra forma, estoy totalmente de acuerdo contigo.

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